REPORTAJE. Tres décadas de la leyenda de los héroes de Alzira
Once titular que logró el ascenso a Segunda B en Alzira. Arriba: Ondarru, Isidro, Yoyo, Victorino, Juanín y Adolfo. Abajo, junto a Manolo el del Bombo; Oliva, Jiménez, Lupo, Contreras y Fernando. |
De Alzira al cielo y parece que fue ayer, pero ya han pasado 30 años. El 16 de junio de 1985 se escribió una de las págimas más importantes en la historia de la Unión Polideportiva Plasencia. Los jugadores de aquel equipo lograron el primer ascenso del club a Segunda División B tras un play-off que les enfrentó a Mensajero y Alzira. El equipo unionista provocó el delirio no sólo de los seguidores al fútbol, sino también de todos los placentinos. El fútbol en general y la UPP en particular navegan hoy por otras aguas, por eso se añora esa época gloriosa, donde quizás se pudo escribir la mejor página del fútbol placentino.
Entrenado por el vasco Alberto Uriona, la UPP contó con una plantilla de la cual formaron parte jugadores de la talla de Juanín y Felipe, porteros; Isidro, Adolfo, Del Río, Victorino y Yoyo, defensas; Jiménez, Villanueva, Lucio, Contreras y Fernando, centrocampistas; Pepe, Oliva, Ondarru, Borja y Lupo, delanteros.
El equipo se proclamó campeón de Liga a domicilio en Cáceres (1-3) a falta de una jornada para la conclusión del campeonato regular y la promoción de ascenso tuvo su punto de máximo esplendor el 16 de junio de 1985, cuando contra todo pronóstico se superó en el partido de vuelta en tierras valencianas la eliminatoria que le enfrentó al Alzira. Un gol de Lupo, tras asistencia con la cabeza de Pepe, en el partido de ida disputado en el Estadio Municipal, decidió la eliminatoria (1-0). En el partido de vuelta, los chicos de Uriona no perdieron nunca el sitio, ni la posición sobre el campo (0-0). Victorino amarró bien a Melo, Adolfo pudo siempre con Rafa. En la otra banda, Javi no existió nunca anulado por Isidro. En la zona ancha el trabajo de Jiménez, Contreras y Fernando fue superior. Y arriba, Lupo, Ondarru y Oliva, no cesaron de incordiar a la zaga azulgrana.
El hito de ascender se consiguió con una plantilla corta y una extraordinaria trayectoria: líder con 130 goles a favor y 19 en contra. El conjunto unionista dirigido por el presidente Julio Pérez Recio y entrenado por Alberto Uriona tuvo en Ondarru y Oliva, con 19 goles, sus máximos realizadores. Junto a ellos, Contreras y Pepe, con 16 goles; Lupo, con 14 goles; Villanueva, con 11 goles; Fernando y Victorino, con 10 goles; Yoyo y Lucio, con 4 goles; Jiménez, con 3 goles; Isidro, con 2 goles y el meta Juanín y el capitán Adolfo, 1 gol cada uno.
Los héroes de Alzira
Alberto Uriona
Alberto Uriona, míster de la UPP, vino a Plasencia del Don Benito y luego entrenó al Alavés, Portugalete y de nuevo a la UPP, en un efímero paso durante la temporada 1991/1992. Si algo sorprendió en Alzira de él fue que llevó a término dos jugadas estratégicas antes del inicio de cada encuentro. En el partido de ida hubo ‘manguerazo’ y en el de vuelta, en la pizarra de alineaciones aparecieron Del Río, Barbas y Urquizu, cuando en realidad eran Victorino, Oliva y Ondarru. Genio y figura, define así a cada uno de los militantes de su equipo. “Juanín era un gran portero, muy seguro. Felipe era un chico estupendo, jamás me dio un problema a pesar de ser suplente, le hubiese querido para todos mis equipos. En defensa, Isidro y Adolfo, eran dos laterales muy ofensivos, quizás Isidro era más marcador, pero también centraba muy bien. Adolfo era una locomotora. Si Sergio Ramos hace doce kilómetros en cada partido por la banda derecha, Adolfo hacía 15 kilómetros", decía el mister unos años en su visita a Plasencia.
"Victorino era contundente e iba muy bien de cabeza. Además, podía jugar en varios puestos, mientras Yoyo era muy expeditivo. Junto a Del Río eran los jugadores más altos del equipo. Ese año destacó Fernando porque era un buen medio y muy fino, por cierto. Luego llegó Jimenez, que también nos vino muy bien porque Villanueva anduvo renqueante. Contreras era un pulmón. Arriba, Ondarru hacía el trabajo sucio porque se dejaba caer muy bien y abría muchos huecos. Oliva y Lupo eran dos extremos que centraban muy bien y Pepe, de cabeza, era un fenómeno. Además, también remataba con las dos piernas, aunque siempre mejor con la izquierda. Aquel grupo estaba muy cerca de la madurez ,con una media de edad cercana a los 25 años y de no haber sido por la reestructuración, aquel equipo no hubiera tenido ningún problema para mantenerse varios años en Segunda División B”.
Alberto Uriona falleció en Bilbao el 31 de enero de 2014 a los 74 años de edad tras una larga enfermedad.
Uriona, con Andrés Martín y Jeromo a su derecha. |
Julio Pérez Recio, junto a Andrés Martín García. |
Juanín, en sus últimos años en su lugar de trabajo. |
Felipe, en su trabajo como masajista deportivo. |
Isidro, en tierras salmantinas. |
Adolfo reside actualmente en Madrid. |
A la izquierda, Jiménez; a la derecha, Victorino. |
Yoyo, como entrenador del Hellín Deportivo el año pasado. |
Oliva, a la izquierda, junto a Adolfo. |
Jiménez, en el campo de fútbol del Mislata. |
Francisco Contreras Ramírez (31/12/1958), conductor Junta de Extremadura.
Paco Contreras era un centrocampista luchador y de carácter defensivo, aunque estaba dotado de un gran chut que le permitió marcar muchos goles, algunos de ellos de pena máxima. Comenzó jugando en el Mérida de su ciudad natal y en 1984 fue fichado por la UPP, donde rápidamente se afianzó y fue titular durante tres temporadas. Su fichaje fue auspiciado por Jeromo. “Además de paisano, era buen amigo y me quiso llevar a su lado”. Del ambiente reinante nos dice que “aunque los casados se movían por un lado y los solteros por otro ambiente, todos solíamos salir a tomar algo después de cada entrenamiento y también algunas veces a cenar”. En 1987 acabó contrato y se marchó, “aunque no me hubiera importado haber vivido en Plasencia”. De Alzira, recuerda que “fue la escena futbolística vivida más bonita”.
Contreras vive en Mérida, su ciudad natal. |
Ondarru
Jesús Garitano Urquizu, suministrador de gas natural.
Es el hermano mayor de Ander Garitano, exfutbolita y entrenador de Athletic y Zaragoza; también de Ángel Garitano, otro entrenador cuya figura ha ido siempre ligada a la de Mané, con quien ha actuado siempre de segundo, y tío de Gaizka Garitano, ex entrenador de Eibar y actual del Real Valladolid. Ondarru era un delantero con una técnica exquisita. “Me convenció Uriona para que bajara a Plasencia y fueron dos años maravillosos, sobre todo el primero, por el ascenso. Mi hija Sandra es placentina y es el mejor recuerdo que tengo de vuestra ciudad”. En la actualidad, la distancia le ha llevado a perder el contacto con sus antiguos compañeros: “Al único que veía por aquí, de vez en cuando, es a Uriona”. Su mejor gol, “de tacón al Granada, en la portería del fondo norte, en Segunda División B”.
Fernando
Fernando de Ávila Delgado (13/05/1967), empleado de banca.
Fernando era un medio volante que a pesar de su juventud tenía unas condiciones excelentes. Debutó en Tercera con apenas 16 años. En 1985 fichó por el Sporting y regresó a Plasencia la temporada 1987/1988. En la 1988/1989 fichó por el CD Badajoz y al término de esa campaña regresó de nuevo a la UPP donde estuvo dos temporadas más. Su último equipo fue el Moralo (1992/1993). “Me retiré demasiado pronto, con 27 años. Aprobé una oposición en Caja Extremadura y decidí colgar las botas”. Sin embargo, algo que nunca se me olvidará fue el partido de Alzira. “Era un crío con apenas 17 años y aquello sí que fue un gran recuerdo, sobre todo la explosión de júbilo tras el encuentro”. Uriona le rescató de las categorías inferiores y le hizo futbolista. “Sólo tengo palabras de agradecimiento para él. Era un tipo duro y exigente que conmigo se portó francamente bien”.
Fernando, el tercero arriba por la izquierda, con su equipo de pádel en Cáceres. |
Villanueva
Juan Luis Villanueva Navarro (29/11/1961), reparador de máquinas hoteleras.
Villanueva llegó a Cáceres para cumplir el servicio militar, pero acabó fichando por la UPP proveniente del Sestao Sport. Nacido en Ciudad Real y criado en Bilbao, con el beneplácito de Alberto Uriona se mantuvo durante tres temporadas en nuestra ciudad. Una grave lesión le mantuvo apartado del equipo durante la fase del ascenso. Continuó jugando en Móstoles y Navalcarnero.
Del Río
Jesús Ramón Del Río Hernández, agente de seguros.
Formado en la cantera, siempre destacó en su demarcación habitual, la de defensa central. Del Río encarnó durante el ascenso la viva imagen del futbolista de cantera. “A Uriona nunca le podré reprochar nada, porque fue quien me dio la oportunidad de debutar en Tercera y Segunda División B”. Durante su carrera de futbolista también jugó en Talayuela y Navalmoral, para colgar las botas en su club de origen. “Me retiré relativamente pronto, por motivos de trabajo, con 28 años. El recuerdo de aquel ascenso salvando la distancia día fue algo similar a lo que vimos con la Selección Española, con un ambiente festivo en el autobús y el recibimiento en el balcón del ayuntamiento con la plaza llena de gente. Fue algo magnífico”.
Caricatura de Jesús del Río. |
Pepe
José Casero, agente de viajes.
José, conocido cariñosamente como Pepe Mezcla, brilló en la UPP especialmente por su magnífico remate de cabeza. También solía hacer de apagafuegos como auténtico revulsivo. Su salida al campo era una premonición anticipada de que llegaría el gol. Desbancó a Ondarru en la eliminatoria de ida contra el Alzira.
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